sábado, 12 de octubre de 2013

CASO “AMODIÑA”, HUMOR Y PROFESIONALIDAD PUBLICITARIA

Por Mónica Valderrama Santomé
Profa. Dra. Área de Comunicación Audiovisual y Publicidad
Universidade de Vigo

Impactar al público diana es la finalidad  de cualquier campaña publicitaria y los códigos estéticos, las tendencias, la exageración o los estereotipos pueden  causar rechazo en ocasiones a personas que son contactadas con un mensaje que no les iba dirigido o que es interpretado de modo descontextualizado.

En el caso en el que nos hallamos e intentando analizar desde el punto de vista publicitario que es el que le compete a la firmante de esta líneas se trata de una producción, que ya empieza a tener reconocimiento por parte del sector profesional[i] y que ha seguido un recurso habitual para alcanzar la complicidad del receptor: el humor. El guiño, la sonrisa, atenúa el componente erótico tan frecuente en las piezas persuasivas de compra de todo tipo de productos. Campañas premiadas en Cannes, año tras año, contienen elementos que si no fuese por la dimensión cómica podrían resultar realmente ofensivas a agrupaciones de diversos credos, por poner algunos ejemplos más antiguos que eran especialmente llamativos en los Leones de Oro de 1999, con un teléfono vibrador que al sonar hace que el sugerente escote de la chica baile al mismo ritmo u otro anuncio de una emisora de radio gay que emplea el miembro masculino (primer plano único) mientras está erecto simulando que interpreta la canción del jingle del spot. Es decir, la publicidad TRANSGRESORA es un fenómeno que nace en los años 90 con Benetton y trata de azotar a un target cuya mirada está tan acostumbrada a los recursos audiovisuales y publicitarios que necesita algo realmente creativo para conseguir su atención. Y es justamente esta situación la que describe a la perfección el tipo de mensajes que funcionan y se premian por su originalidad y que inspiran a las agencias para obtener la repercusión mediática y del público. Incluso en el caso que nos ocupa no se trata de piezas que destaquen por su radicalidad de enfoque sino más bien están dentro de las pautas más ortodoxas de los spots y videoclips en una esfera internacional.
  

En redes vemos a adolescentes y mayores posando con esos dos dedos que para esta entrega de “Amodiña” tenían la connotación de ser la segunda edición. Así puede descifrarse, sencillamente, o darle la dimensión que cada uno libre pensante quiera. Esos dos dedos sobre el culotte tienen claras referencias cinematográficas e incluso podríamos aseverar que se ha sido bastante comedido en la elección de la longitud del short, pues dicho pantalón corto no es tan siquiera tan escaso como los que llevan realmente muchas de las deportistas de esta modalidad (voleibol) en la actualidad. Además lo que se refleja con los colores ácidos tan extendidos este verano de 2013 es parte del eje a transmitir, lo fashion, estar en la onda, en “Amodiña”.


En definitiva la moda necesita modelos para venderse y los profesionales del sector no hacen más que ofrecer a la sociedad de consumo las imágenes de los chicos y chicas bellos que según nuestras pautas culturales asimilamos como físicamente hermosos. Y esto ha sido y es la moda. Los mundos simbólicos de los que queremos apropiarnos o por el contrario diferenciarnos. Y con ese lenguaje publicitario audiovisual es con el que está construida esta campaña. Durante décadas se ha empleado la figura femenina sin rostro como reclamo y desde hace sólo un par también el hombre pasa a ser ese “objeto sexual” que sirve como reclamo.

La pieza audiovisual  tiene un tono muy cómico y  el cartel se ha desarrollado a la altura de campañas internacionales. El criterio de creación que se observa es una parodia al cine y series americanas-californianas de los 90 y tiene todos clichés de ese género (referencias: “Vigilantes de la playa”, “American pie”, “Zoolander”…) el guión del film toca todos esos  tópicos y  el protagonista es un chico caracterizado como  “freak” o “looser” y las chicas serán las que lo transformen en un modelo. Es la historia de la eterna Cenicienta que está presente en todas las telenovelas y tv movies. Es posible que muchas mujeres no se sientan reflejadas pero se trata de conectar con una historia fresca y que la gente quiera ver. En última instancia se pretende fomentar la asistencia al evento y favorecer el comercio de la zona del Morrazo y no se aprecia sexismo en ninguna de las piezas confeccionadas tras su visionado exhaustivo.

Para finalizar este breve recorrido por la campaña que ha sido atacada, no hallamos justificación para que sea considerada ofensiva o denigrante para ninguna mujer. Basta ver las piezas para concluir que la burla es con el protagonista masculino que sueña ser modelo. Las chicas más bien son las que aportan conocimiento, experiencia y profesionalidad. Y el cartel por el que surge todo el debate ¿es más insinuante de cualquier otra fotografía de campañas con cobertura nacional donde hay desnudos explícitos totales o parciales? Nos remitimos nuevamente a la finalidad de la publicidad.  






[i] Campaña de la semana en revista del sector http://www.briefinggalego.com/campana-pasarela-de-moda y no se debe descartar otros premios en certámenes debido a la calidad de producción.

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